Hombres de Negro

 Mucho se está hablando estos días de los árbitros de fútbol, de sus polémicas decisiones, de sus curiosos arbitrajes.

Así que para terminar bien la semana, dediquemos un post a los colegiados. Vamos a ver el lado más divertido, más curioso, más atrevido, del una vez conocido como hombre de negro. Porque el fútbol pueden ser once contra once, y puede que «siempre» gane Alemania, pero este señor, que ahora también viste de amarillo y otras tonalidades, siempre tiene algo que decir, y en ocasiones juega un partido paralelo.

A veces sus decisiones son muy cuestionadas, e incluso llegamos a pensar que los árbitros están locos o tienen otra perspectiva, pero que pasa si su capacidad decisoria se ve afectada por el alcohol? Este es el caso de un árbitro de Bielorrusia, que llego al terreno de juego haciendo eses. Tuvo que salir a la fuerza del terreno de juego, eso sí, entre un gran aplauso por parte del público, agradecido por el espectáculo presenciado.

Al árbitro se le suele gritar de todo desde la grada, normalmente no se tratan de palabras bonitas, pero que ocurre cuando una aficionada decide dedicarle algún piropo al hombre de negro? Pues eso le ocurrió al árbitro mejicano Francisco Chacón, que antes de comenzar el segundo tiempo, y después de lo dicho, inició una conversación de ligoteo con la atrevida forofa. Lo que ocurrió después? Nunca más se supo.

Algunos árbitros le cogen cariño a la tarjeta roja, y como si de juguete nuevo se tratará sacan a relucirla a la primera de cambio y contra quien sea. En un partido de Regional Preferente española, el árbitro decidió expulsar a su propio juez de línea, después de haber tenido un par de acaloradas discusiones.

Una curiosidad del mundo del arbitraje está en el nombre de los árbitros españoles, se nombran por sus dos apellidos: Brito Arceo, Parada Romero… Curioso. En los inicios del fútbol, los colegiados fueron nombrados únicamente por su primer apellido, hasta que en la época de los 70 apareció uno apellidado Franco. Y las autoridades cayeron en la cuenta de que los titulare de la prensa deportiva no podía ser: “Nefasta actuación de Franco”, “Franco no vale nada”, que diría el generalísimo. Así que la prensa optó por usar los dos apellidos para nombrarlos, costumbre que se mantuvo hasta el día de hoy.

Los árbitros incluso tienen su propia moneda, acuñada por la FIFA para sus encuentros internacionales. Para decidir la parte del terreno de juego que le toca a cada equipo no se conforman con un euro, o con la moneda local, ellos tienen su Moneda Fair Play.

Hasta aquí dio de sí un poquito de este curioso mundo. Esperemos que en las próximas semanas no den mucho más que hablar, y que la liga la decidan los que juegan y marcan goles, y no el tercero en discordia, el tercer hombre de negro.

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