Celta – Deportivo
Se esperaba con interés el derbi por excelencia en Galicia. Las aficiones del Celta y del Deportivo respondieron en forma muy numerosa y llenaron Balaídos como hacía tiempo que no se veía en Vigo. El comportamiento en su gran mayoría fue ejemplar, porque entre 30.000 que haya unos cuantos que quieran dar la nota no empaña el ambientazo que se respiraba en el estadio.
Se enfrentaban dos conceptos bastante diferentes de juego pero que han dado buenos resultados a cada equipo en lo que llevamos de competición. El gol inicial de Ricky no alteró para nada los planteamientos de uno y otro equipo e incluso se puede decir que lo reforzó. Los primeros 15 minutos fueron totalmente del Celta que llegaba sorprendentemente de una forma muy fácil con acciones combinadas y rápidas, con desborde e intensidad pero un poco falto de remate y contundencia arriba. El Deportivo se defendía y aunque pudo mantener la puerta en cero, no se puede decir que lo hiciera bien en ese primer cuarto de hora, más bien lo contrario.
A partir de la lesión de Ricky, que gestionó de forma lamentable el árbitro, al igual que también hizo el jugador volviendo al terreno de juego para perder tiempo, el partido perdió velocidad porque el Deportivo se asentó como quería. Álex López dejó de tener la frescura del tramo inicial al igual que el bullicioso Orellana, y Borja Oubiña no supo tomar el relevo ya no tanto en las condiciones que pueda aportar Álex López como en el mando del juego. Valerón empezó a aparecer con esa tranquilidad que aporta a su equipo y a dar salida a los problemas que le planteaba el Celta en la salida de balón. Sólo con sus apariciones el Celta dejó de creer en el robo rápido y permitió por fin descansar al Deportivo del acoso inicial.
Así terminó la primera parte y empezó la segunda. El Celta insistía en entrar por el centro pero el Deportivo ya no daba tantas facilidades y se mantenía bien cerrado. Confiaba su escaso futbol ofensivo a la conservación del balón en los pies de Valerón y en alguna arrancada esporádica de Lassad. Para entonces el Celta ya había sacado a Bermejo para competir en igualdad de condiciones con los centrales del Deportivo a los que Iago Aspas sin espacios apenas podía inquietar. Ni uno ni otro conseguía su objetivo ofensivo hasta que un balón entre los centrales célticos a Lassad lo transformaba el deportivista con un fino toque a la izquierda de Yoel. El partido parecía terminado para el Celta pero el futbol demostró lo grande que es, aunque Oltra ayudara con el cambio de Valerón. A partir de ahí se acabó la pequeña posesión del equipo visitante y apenas un par de minutos después un gran remate a la media vuelta de De Lucas metió a los célticos de nuevo en el partido para regocijo de la parroquia celtiña. Con más corazón que cabeza el Celta empujó al Deportivo hasta su área y con ello llegó el empate. Para entonces ya había jugadores locales con calambres por el tremendo desgaste al que se vieron obligados a realizar.
Parecía que el partido acabaría así, pero el Deportivo aprovechó la mejor condición física con la que llegaron al final del partido para sacudirse el dominio haciendo retroceder a un Celta totalmente vacío de reservas físicas lógicas por ir detrás en el marcador desde el minuto 2 de partido.
Hay dos máximas en el fútbol. Una dice que lo que no has conseguido en 90 minutos es difícil que lo hagas en el descuento a través de tomar riesgos que pueden llevar al desorden lo cual da opciones al contrario. La otra es que si eso lo maneja también el contrario ya sería un doble error conceder una falta absurda y perfectamente evitable.
El Deportivo preparó esa falta para que fuera lo último que pasara en el partido y se encontró con el gol que le dio un premio que mereció por experiencia pero no por lo que ocurrió durante el partido. El Deportivo demostró que la experiencia e indudablemente el buen equipo que dispone, le va a llevar a la primera división por saber manejar estas situaciones que en una liga tan larga te dan los puntos que les permite mirar desde el balcón del primer puesto al resto de los equipos .
De justicia sería que el fútbol premiara a los célticos también con el ascenso primero porque su apuesta futbolística lo merece y 2º porque un derbi en 1ª división en la 2012/13 colmaría de satisfacción al futbol gallego.
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